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5 Predicciones sobre Redes y Seguridad que Transformarán 2025

2024 será recordado como el año en que la inteligencia artificial (IA) dejó de ser promesa y se convirtió en protagonista. Las empresas aceleraron la adopción de soluciones impulsadas por IA para ganar eficiencia, simplificar operaciones y mejorar la experiencia de sus usuarios. Ahora, en 2025, la innovación tecnológica se cruza con mercados más competitivos, una presión constante por diferenciarse y amenazas cibernéticas cada vez más sofisticadas.

En este escenario, la pregunta para los líderes empresariales y de TI no es si invertir en tecnología, sino cómo priorizar esas inversiones para asegurar crecimiento y resiliencia. Desde Rio T, hemos identificado cinco tendencias que marcarán el rumbo de las redes y la seguridad en 2025 y 2026.


1. Los datos, y no los GPUs, serán la verdadera moneda de la IA

Cuando se habla de IA, la mayoría piensa en potentes GPUs y conexiones de alta velocidad como InfiniBand o Ethernet de 800 Gbps. Y aunque son piezas críticas, la clave del éxito está en los datos que alimentan los modelos. La cantidad, diversidad y calidad de la información son las que determinan la precisión de las decisiones.

Esto implica que las redes ya no solo deben soportar tráfico, sino recoger, transportar y procesar datos de múltiples orígenes de forma segura y eficiente. En 2025 y 2026 veremos a las organizaciones fortalecer su infraestructura de red para garantizar que sus modelos de IA cuenten con los datos necesarios para aprender y evolucionar.


2. La red se convierte en la primera línea de defensa en seguridad

En sus orígenes, la red solo conectaba puntos. Con la expansión de internet surgió la necesidad de proteger esos accesos, y nacieron los firewalls. Hoy, las amenazas son más complejas y los enfoques tradicionales generan entornos sobrecargados de reglas y dispositivos difíciles de gestionar.

La tendencia es clara: la seguridad se integra directamente en la red. Switches, gateways y puntos de acceso ya incorporan capacidades de segmentación y control, gestionados bajo políticas unificadas. El gran motor de este cambio es el modelo Zero Trust, que redefine la lógica de la red: ya no se trata de conectar todo con todo, sino de habilitar únicamente las conexiones autorizadas, bajo una política de “denegar por defecto”.

Este enfoque simplifica operaciones, reduce costos y alinea a los equipos de seguridad y redes en un mismo lenguaje.


3. Seguridad unificada en entornos híbridos

El trabajo híbrido es la norma: usuarios que se conectan tanto desde oficinas como desde ubicaciones remotas. Tradicionalmente, las políticas de seguridad trataban a cada grupo por separado, lo que generaba experiencias inconsistentes y complejas.

Con la evolución del Universal Zero Trust Network Access (U-ZTNA), esa brecha desaparece. Esta solución aplica reglas basadas en identidad de manera uniforme, sin importar la ubicación. Así, un colaborador, un dispositivo IoT o un recurso en la nube reciben la misma protección, con la misma experiencia de uso.

Además, la seguridad ya no depende solo de redirecciones a la nube. Las políticas podrán aplicarse también en entornos on-premise, evitando rutas ineficientes y reduciendo la latencia. Esto refuerza la tendencia de construir seguridad dentro de la propia red.


4. La IA acelera la adopción tecnológica en redes

Históricamente, administrar redes requería dominar líneas de comando complejas, certificaciones especializadas y una curva de aprendizaje constante. Eso está cambiando con la llegada de asistentes impulsados por IA.

Ahora, los administradores pueden describir en lenguaje natural qué necesitan lograr y la IA traduce esa intención en configuraciones y soluciones aplicables de inmediato, sin tener que recordar comandos específicos para cada dispositivo.

Además, los algoritmos de IA optimizan automáticamente el rendimiento de la red ajustando parámetros en tiempo real, a partir del análisis de millones de datos. Esto reduce el tiempo de adopción de nuevas tecnologías y libera a los equipos de TI para enfocarse en lo estratégico: resolver problemas del negocio y mejorar la experiencia del usuario.


5. AI-Ops se expande a entornos multivendor y multidominio

Hoy, casi todos los fabricantes de redes ofrecen plataformas de gestión con IA, pero la mayoría funcionan solo dentro de su propio ecosistema. El resultado: visibilidad fragmentada y limitada.

En 2025 y 2026 veremos un paso decisivo hacia plataformas de AI-Ops universales, capaces de integrar información de distintos proveedores y de múltiples dominios (red, cómputo y almacenamiento). Esto permitirá detectar y correlacionar problemas complejos de manera proactiva, optimizando la operación de todo el entorno digital.

El verdadero valor de la IA en este campo apenas comienza a desplegarse, y promete ofrecer a las empresas observabilidad integral y decisiones más inteligentes.


Conclusión: un 2025 de innovación y resiliencia

Las redes y la seguridad dejarán de ser vistas como simples soportes tecnológicos para convertirse en motores de innovación y confianza empresarial. En Rio T creemos que estas tendencias abren un panorama emocionante: empresas más ágiles, seguras y listas para aprovechar al máximo el potencial de la inteligencia artificial.

2026 será un año decisivo para quienes apuesten por transformar su infraestructura digital y poner la seguridad en el centro de la innovación.

En Rio T creemos que el futuro de las redes y la seguridad ya está aquí. Si tu empresa quiere renovar su infraestructura tecnológica, fortalecer su seguridad y prepararse para los desafíos de 2025 y 2026, nuestro equipo está listo para acompañarte en cada paso.

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